jueves, 10 de marzo de 2011

Arte, sí Arte.



“Nemo est tam aversus a musis qui non patientur”
"Nadie es tan ajeno a las musas que no padezca”

Quizá cuando buscamos Felicidad estemos buscando realmente Belleza. Definirla o saber donde buscarla nunca es tan importante como el acto de reconocerla, apreciarla y disfrutarla. Para eso está. Si acaso la belleza tiene alguna razón de existir es esa. Y educar para ello es, en si, un hermoso cometido.

Algo de lo que hace el Arte es presentarnos nuevas ideas y provocar pequeñas convulsiones a nuestro modo de verlas cosas. El Arte nos ayuda a vernos como individuos libres de voluntades globales. Sobre todas las cosas: nos enfrenta al hecho de la creación. Incluso desde el punto de vista del espectador somos la especie creadora

La creatividad es la herramienta de la que nos servimos para sobrevivir a la alienación del mundo, tristemente homologado. El arte es comunicación, porque provoca un encuentro entre el creador y el espectador; la fuerza y el vigor conceptual de la forma artística comunica ideas y nos convoca a compartirlas.
La creación artística pone en diálogo dos aspectos primordiales del ser humano: lo social y lo emocional. La sociedad no avanza si nosotros, educadores, no avanzamos en la extensión y afianzamiento de la educación en el arte. El arte es lenguaje privilegiado, espacio de encuentro e instrumento de futuro; como decía el poeta Celaya refiriéndose a la poesía: “un cañón cargado de futuro”. Y el futuro se construye hoy no mañana y el arte puede cumplir una excepcional labor social y contribuir a conformar un “no teórico” mundo mejor.
Nos vemos en la obligación de compensar esa carencia de forma en la vida a base de trabajos constantes con el arte; en ese sentido, nada nos será de mayor ayuda que la música, el teatro, la danza, la plástica y la poesía, hijas disciplinadas de la forma.
Consumir cultura se vende bien. Tratemos de aplicar el orden adecuado. Hemos de conseguir que el interés sea una consecuencia natural, no podemos exigirlo sin recompensa:
1º Ofrecer el placer.
2º Demandar interés.
Iniciativa y creatividad son dos ingredientes difíciles de conseguir. Pero es posible azuzar ligeramente la iniciativa con la exigencia y la creatividad con las sugerencias. De todos modos no se debe dar por perdido el empeño de lograr auténtica iniciativa, nacida del deseo de expresar y una creatividad innovadora, fresca y libre de influencias.

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